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Revolución del empleo llegó para quedarse

Las legislaciones y los contratos de trabajo cambiarán, pues horarios y presencialidad no serán lo importante, sino los objetivos y el cumplimiento de metas.

El teletrabajo, las ‘apps’, el coworking, la robotización, aceleraron su expansión durante la pandemia y con ellos el mundo vive hoy el cambio de paradigma en la relación laboral, que gobernaba desde la revolución industrial.

Fernando Escandón, de Escandón Abogados, Colombia, explica que lo que sucede es que tomó impulso una tendencia que ya venía.

Hoy existen nuevos empleos, como por ejemplo el de operador de dron, que cada día demandan más mano de obra, que no requiere adecuación de puestos de trabajo, sino tecnología, anota Escandón.

Las nuevas formas de las relaciones laborales hicieron que se generaran muchos y grandes cambios, lo que tomó por sorpresa a la humanidad.

Con la conectividad, las tecnologías de la información sufrieron una rápida transformación y generaron empleos que no existían y, por supuesto, están destruyendo algunos que fueron básicos en el largo reinado de la industrialización.

Hoy, las compañías pueden tener freelance, smart working (la empresa lleva a los empleados la tecnología necesaria que los ayude a ser más productivos, eficaces y creativos), el teletrabajo, el trabajo remoto, el coworking.

Casi todos los términos son familiares, lo que sucede es que ahora se vuelven cotidianos. Las empresas de servicios, entienden que no requieren invertir en activos fijos (oficinas), cuando sus colaboradores pueden cumplir sus objetivos desde cualquier punto, y que solo requieren un lugar para reuniones o trabajos esporádicos que pueden rentar solo por el tiempo que lo usen, o acceder a una pequeña instalación satélite con salas de reuniones y un pequeño número de sitios de trabajo para cuando alguien deba estar en la oficina.

Las personas ya no laboran por contratos de ocho horas en un lugar, sino que pueden cumplir sus objetivos desde su hogar, con lo cual si bien se vuelven más productivos, también sufren un mayor desgaste por menos fronteras entre lo personal y lo laboral.

La palabra ‘exclusivo’ sale del escenario en temas como el freelance y el trabajo por objetivos, pues el profesional decide cuándo y con quién trabaja, pudiendo tener varios jefes al mismo tiempo.